Soñadores que me siguen

lunes, 25 de mayo de 2009

Soledad

El sábado leía esta carta de un lector de La Vanguardia, decía así...

"Tengo un ipPod donde escucho mis canciones. Me aisló de cualquier intento de entablar conversación. También tengo un iTouch donde visiono películas y fotografías de donde se me antoje. Recibo mensajes y llamadas en mi iPhone, a través del cual estoy conectado con amigos que no he visto ni jamás veré. No sé sus verdaderos miedos y deseos. Cuando llego a casa, sin mediar palabra con nadie, enciendo mi iMac, donde sincronizo lo que llevo y observo cuánto ha crecido mi espacio social en iNet. Miles de contactos repartidos por todo el mundo. Miles de kilómetros nos separan, pero esta noche esán en mi habitación. En la época de la gran idea de las comunicaciones, qué fácil es esta unido con miles de pensamientos y sensaciones de tanta gente que lo necesitamos. Quiero calmarme, no pensar en nada. Llega la hora de dormir, apago todos mis dispositivos y, al cerrar los ojos, otra vez lo mismo, la eterna sensación de soledad. Qué solo estoy. Las lágrimas se deslizan por mis mejillas"

¿Que pena, no?... Yo también estuve sola un tiempo, pero un día me dije que aquello no podía continuar así, era joven y tenía que salir. Desde entonces no he parado.

Por otra parte entiendo completamente la pena de este individuo, me pasaba igual que a él, cuando los sábados por la tarde me acostaba a hacer la siesta, acompañada de una radio y las lágrimas fluían al sentir la soledad en la que estaba sumida.

Espero que la final tenga el valor de levantarse un día y no encender ningún aparato electrónico. Ese día sonreirá.

1 comentario:

  1. También pasé yo por esto, es más, intentando ligar como un desesperado por internet, y no vale la pena, la verdad. Paso mucho tiempo al ordenador, pero passo de chats y cyberligues.

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