Soñadores que me siguen

domingo, 27 de marzo de 2011

Lirios de Collserola

Las 8:40 a.m., una hora más contado el cambio de hora. Y llueve.
Vaya, mí mini excursión con el Gringo a Collserola no podria ser, que rabia por que tenia toda la mañana para dedicarsela a él. Pero bueno que ibamos a hacer....

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Umm. para de llover y Gringo asomado a la ventana se va poniendo más y más nervioso viendo a la gente pasear con los primeros timidos rayos de Sol.

- Mama! me voy a la montaña...¿vienes?
- No! esta tarde...

Total, que nos hemos adentrado por Sant Joan XXVIII con la agradable sorpresa de que no había bicis y si familias con niños paseando.

Cuando hemos llegado a tocar la carretera de Cerdanyola, he empezado a ver los primero lirios lilas de los pirineos.

Que alegria me ha dado verlos y que suerte tener esta flor tan bella al lado de casa y no a 300 o 400 kilometros en los bellisimos parajes que nos encontramos en los Pirineos.

El año pasado tuve la gran suerte de ver uno blanco en medio de un mar de ellos. Espectacular!!!



Y bien, ahora que ya asoma la primavera por la ventana, ire adentrandome más y más por Collserola a buscar nuevas flores y también, nuevos rincones.

sábado, 19 de marzo de 2011

Tu vida...

Tu vida en cuatro lineas...

naces
creces
vives
mueres

Así de simple.

domingo, 6 de marzo de 2011

Viaje al pasado...


Hace unos días cogí los Ferrocarriles de la Generalitat para ir a Pallejà por motivos laborales. Así que me dirigí a la plaza Espanya y mientras esperaba que saliera el tren, mí cabeza retrocedió a la niñez, cuando tenia cuatro o cinco años y mi padre me llevaba algún que otro domingo a ver a mí abuelo al Psiquiatrico donde estaba ingresado hacia unos años, en Sant Boi del Llobregat.

Entonces me ha venido a la cabeza la sensación de descubrir la belleza de los jardines de sus instalaciones, donde tenían un estanque muy pequeñito lleno de peces naranjas y habían también columpios. Me he acordado del susto que me di cuando se nos vino hacia nosotros un señor corriendo y gritando mientras agitaba un palo en la mano y mí padre me protegía detrás de él. Supongo que este también se asusto...

Me vino a la cabeza la sala del pabellón donde los internos veían sentados, en sillas alineadas la tele y la gran sala donde estaban todas las camas bajo los grandes ventanales.

-
Abre el cajón- me decia mí abuelo, después de besarme los ojos, y allí encontraba las galletas de los desayunos que el hombre guardaba para cuando ibamos a verle.

También me he acordado de un señor que un día se sento a hablar con nosotros y me dijo que era profesor. Aquello me impresiono y se me quedo gravado. Y me acuerdo cuando pasabamos por al lado del manicomio de las mujeres, por que entonces estaban separados los hombre de las mujeres, estas le pedian cigarrillos a mí padre (y alguna cosa más, que yo no entendia...)

Más tarde, cuando el tren a pasado por al lado del Psiquiatrico, ahora Sanatorio Mental, me ha parecido totalmente diferente a como lo veía con mis ojos de niña. Me gustaría volver a entrar, aunque mi abuelo ya no este allí...